Ultimamos la estancia en Florencia con un día completo. Mi día comienza en Gallelria Ufizzi entre obras de arte, del Duocento en adelante. La colección es muy rica y me ha encantado verla, aunque he de destacar la admiración ante el Laoconte y una exposición que había sobre el trabajo de Leonardo da Vinci. El edificio es una belleza en forma de U y que linda con el río Arno, lo cual nos garantiza unas vistas espectaculares desde dentro. En mi opinión, habría que hacer dos visitas: una para ver las obras de arte que contiene y otra para apreciar la belleza del interior del edificio, del cual puedo destacar sus techos.
Tras la Galleria, continúo mi ruta para llegar a la Basilica della Santa Croce. Tanto la plaza en la que se encuentra como la propia basílica son idílicas y con un estilo puramente florentino. La Basilica della Santa Croce es uno de los lugares de culto más utilizados en Florencia para este fin, de hecho he tenido que esperar un rato para poder entrar porque estaban en horario de misa, y se ha consagrado como lugar de enterramiento ya que allí yacen algunos de los italianos más célebres: Dante, Miguel Ángel, Macquiavelo, Vasari… La anécdota es que he tenido que ponerme un «kimono» para cubrirme las piernas y así poder pasar, creo que eso ha hecho que mi visita fuera más corta de lo deseable.
He continuado mi viaje por la Florencia más oriental cruzando el río por el Ponte Grazie para dirigirme hacia Piazzale Michelangelo, donde había leído que se podían ver unas vistas de la ciudad entera. No ha sido tan buena idea hacerlo a las 3 de la tarde, el calor era insoportable y, como todo lugar con buenas vistas, éste también está en lo alto. La subida se me hacía imposible así que me he tomado un descanso para comer en una terraza por el camino. Aun así, la subida ha sido agotadora y es que ningún camino fácil lleva a algún sitio interesante. Ha merecido la pena.
He pasado gran parte de la tarde mirando las vistas frente a un Aperol spritz y escribiendo lo que os estoy contando. Cuando la luz empezaba a atenuarse, he emprendido el descenso para llegar a ver atardecer en el río Arno y mi puente Vecchio por última vez en este viaje.
Mañana partimos de Florencia rumbo a la Toscana, tierra de viñedos y paisajes donde espero que me acompañéis también. No puedo despedirme de esta ciudad sin hablar de su gastronomía: la pasta mari e monti, la salsa de ragú, la mozzarella de búfala con el tomate italiano que tiene un sabor exquisito y por supuesto los gelatos y el Aperol.
Esta ciudad me ha conquistado y ha conseguido que recuerde por qué vine aquí. Me ha dado unos momentos imborrables, unas primeras veces inolvidables y lo que he vivido aquí perdurará en mi memoria. Me dejo la cúpula de Santa María de Fiore y el Palazzo Pitti para asegurar mi regreso.
Hasta siempre, Firenze!
Me declaro muy fan de tu blog!! no me pierdo ni una!! sigue disfrutando y coleccionando momentos imborrables!
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Gracias!!! A seguir entonces!!
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